Suelo pélvico
Suelo pélvico
Suelo pélvico
Suelo pélvico
El suelo pélvico no solo sostiene órganos: también está implicado en la continencia, la función sexual, la postura y la estabilidad corporal.
En consulta acompaño casos de dolor pélvico, coxigodinia, incontinencia, prolapsos o disfunciones sexuales. Todo empieza por escucharte con calma, sin juicios, y entender tu historia. A partir de ahí, trabajo con una buena valoración y tratamiento manual, reeducación respiratoria, conciencia corporal y ejercicios adaptados a ti. Aunque el motivo de consulta sea el suelo pélvico, nunca lo abordo de forma aislada. Un abdomen que no funciona bien, una postura desequilibrada o una mala gestión de presiones internas pueden aumentar la carga sobre esta zona y estar detrás del problema, o incluso agravarlo.
Por eso, el enfoque siempre es global, respetuoso y adaptado a lo que tú y tu cuerpo necesitáis en cada momento.
Ya sea con el esfuerzo, al reír, al estornudar o con urgencia, la pérdida de orina no debería normalizarse. Valoro tu caso y trabajo para mejorar el control, la fuerza y la función del suelo pélvico de forma respetuosa y adaptada a ti.
Cuando hay sensación de peso o presión vaginal, puede estar relacionado con el descenso de algún órgano pélvico. En consulta trabajo para aliviar esa sensación, mejorar el sostén pélvico y ayudarte a recuperar estabilidad y confianza.
El dolor en la zona perineal o pélvica puede estar asociado a múltiples causas. Escucho tu caso con atención y abordo el tratamiento desde una mirada global, suave y progresiva.
Dolor en las relaciones, sensación de tirantez o desconexión con esta zona. Trabajo desde el respeto, combinando valoración, conciencia corporal y técnicas que te ayuden a reconectar con tu cuerpo sin juicios.
Cuando el coxis duele al sentarse, al cambiar de postura o tras una caída, puede estar bloqueado o tenso. Valoro su movilidad y trabajo para liberar la zona y aliviar el dolor de forma cuidadosa.
Durante el embarazo, te acompaño para tomar conciencia del suelo pélvico, trabajar su elasticidad y aprender a gestionarlo mejor durante el parto. Si lo deseas, también te enseño masaje perineal.
Tras el parto, valoro el estado del suelo pélvico, la sensibilidad, el tono y la función. Trabajo con ejercicios adaptados, tratamiento manual y reeducación progresiva, siempre respetando tus tiempos.
Después de una cirugía (como cesáreas, laparoscopias o intervenciones digestivas o ginecológicas), pueden quedar adherencias que limiten el movimiento de los tejidos. Valoro y trato esas zonas para devolver movilidad, liberar tensión y mejorar posibles síntomas asociados.