Salud ginecológica
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Salud ginecológica
Salud ginecológica
Cuando trabajo con mujeres que atraviesan problemas ginecológicos o procesos asociados a etapas como la menopausia, mi mirada siempre es global. Escucho tu historia con calma y adapto el tratamiento a ti, no solo a los síntomas.
Utilizo técnicas manuales, liberación de diafragmas y movilidad de los tejidos pélvicos, junto con herramientas que nos ayuden a mejorar la circulación, reducir tensiones y devolver movilidad a la pelvis. Al mismo tiempo, realizo un abordaje más analítico en zonas que presentan una afectación más localizada, como adherencias (derivadas de intervenciones quirúrgicas o de tejido que ha crecido fuera de lugar) o puntos específicos de tensión que puedan estar generando dolor.
A través de este trabajo global con técnicas de osteopatía, buscamos no solo aliviar síntomas, sino también favorecer una mejor regulación del sistema hormonal y del sistema nervioso, para que el cuerpo pueda funcionar de forma más equilibrada.
Y si ya estás siguiendo un tratamiento médico, el abordaje siempre es complementario. Creo profundamente en el acompañamiento multidisciplinar, con respeto, coordinación y una visión precisa de la causa.
Menstruaciones dolorosas, que afectan a tu rutina o requieren medicación frecuente, no deberían normalizarse. Trabajamos para aliviar el dolor y mejorar tu calidad de vida.
Dolor pélvico crónico, reglas muy intensas, molestias digestivas… A través de un enfoque manual y global, buscamos aliviar tensiones y acompañar los síntomas de forma respetuosa.
La dismenorrea es el dolor intenso en la zona pélvica que aparece justo antes o durante la menstruación, a menudo en forma de cólicos que pueden irradiarse a la espalda y muslos, y acompañarse de síntomas como náuseas, vómitos, cefalea o fatiga. Se distingue entre dismenorrea primaria —sin patología, debida a contracciones uterinas mediadas por prostaglandinas, típica en adolescentes y jóvenes, y que suele durar entre uno y tres días—, y dismenorrea secundaria, que aparece generalmente después de los 30 años y se relaciona con enfermedades como endometriosis, adenomiosis o miomas, presentando un dolor más prolongado y continuo. Afecta aproximadamente al 50 % de las mujeres menstruantes, y en el 5–15 % de los casos primarios llega a ser tan severa que interfiere con el rendimiento escolar o laboral. En España, cerca del 46 % de las mujeres entre 15 y 49 años requieren medicación mensual para sobrellevarla, pero alrededor del 20 % nunca ha recibido atención especializada.
Puede provocar menstruaciones muy abundantes, dolor pélvico o sensación de inflamación constante. A través del trabajo manual y el abordaje de la movilidad de tejidos, buscamos aliviar molestias producidas por la adenomiosis y mejorar la calidad de vida.
Cuando el ciclo se altera o aparecen molestias pélvicas, el tratamiento busca mejorar la movilidad, la circulación y favorecer una mejor autorregulación hormonal.
El dolor pélvico puede estar presente sin una causa clara, pero tiene un gran impacto. Mi abordaje es integral, respetando el cuerpo y atendiendo todos los factores implicados.
Cambios físicos, emocionales, sequedad, alteraciones del sueño o dolor articular. Te acompaño para transitar esta etapa con mayor bienestar, conexión corporal y equilibrio.